Tipo: Casa de playa
Año: 2020
Ubicación: Condominio Agua Dulce, Canela, Region de Coquimbo
Área: 500m2 Interiores / 600 m2 terrazas
Arquitecto colaborador: Javier Lorenzo
Estructura: Enzo Valladares / VPA ingeniería estructural
Ingenieros Especialistas: Dycip
Ito: Jose Correa
Constructora: Diego Román / A + Arq y Construcción
Iluminacion: Gonzalo Saez / SV-LIGHTING
Paisajismo: Rebeca Urrutia
Madera Mecanizada Laminada: Timber / Arauco
Fotografias: Sergio Pirrone
El encargo consiste en una segunda vivienda para los abuelos de la familia, la idea es compartir con todos su hijos y nietos a la vez, el sitio se ubica en una privilegiada punta rocosa frente al mar a unos 300 kilómetros al norte de Santiago, donde se podría evidenciar que empieza el desierto chileno, el terreno presenta con una suave pendiente y se encuentra cubierto por clusters de vegetación nativa tipo matorral rastrero y cactus de importante valor ecológico que son claves de preservar.
La principal estrategia es reconocer y ubicar densidades de vegetación nativa, esto se trabaja con una ortofotografía de alta resolución agrupando la vegetación en circunferencias de distintos diámetros. Se reconocen 25 circunferencias que buscan entender el valor de las densidades de la vegetación nativa del sitio, estas componen un zócalo que propone la pre-existencia sobre todo. Sobre el zócalo 6 pabellones acompañados por un palillaje curvo de madera que los protege del viento sur predominante y que contiene a los habitantes en un espacio intermedio, conector y deambulador. Los pabellones se estructuran en madera laminada CNC mecanizada.
El Zócalo es un resultado de los vacíos que generan las circunferencias ubicadas en el sitio, los 6 pabellones se ubican en búsqueda de las principales vistas y orientaciones además se dividen por programa o agrupación de programas separados entre ellos pero conectados por el zócalo y el palillaje de madera curvo, es decir desde el pabellón de los dormitorios uno sale al exterior para llegar a el pabellón principal de los espacios comunes de la casa. Su materialidad es hormigón visto con moldaje de tabla.
Los espacios interiores de la suman cerca de 500 m2, en cambio, las terrazas y plataforma del zócalo más de 600m2, esta desproporción es lo más preciado del proyecto abarcando diversas situaciones geográficas que ofrece el sitio.
El pabellón central y el dormitorio principal se eleva sobre el mar como si estuviesen en un barco, el resto de los dormitorios se esconden entre la vegetación hacia la parte trasera del sitio intentando abrirse vistas hacia el mar. En el pabellón central llama la atención una gran viga de madera laminada teñida amarilla de 26 metros de largo X 80 cms de altura y 18cms de espesor.
La piscina y el hot tub buscan no figurar, más bien se esconden entre la vegetación y el reflejo del mar en la piscina tipo espejo de agua.